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Hoy he vuelto a ir al Bernabéu y lo he pasado muy bien.
Para no perder la costumbre, he ido a Concha Espina a esperar al autobús del Madrid y ver a los jugadores. Hoy me he puesto en el lado contrario al que suelo ponerme siempre, y he visto a Cristiano Ronaldo. Increíble, después de mucho tiempo, lo he visto. No me ha hecho tanta ilusión como esperaba porque quería ver a Nacho.
Ya en el campo me he sentado en mi asiento y me he puesto a mirar cómo calentaban los jugadores. Después de estar dos minutos mirando me he dado cuenta de que Nacho estaba calentando junto a su hermano Álex.
El momento "fangirl" ha llegado cuando han dicho la alineación. Cuando han nombrado a Nacho me he puesto a gritar de la emoción, y eso que era suplente.
El partido ha transcurrido normal, con sus goles, sus ocasiones y sus polémicas. Cantando y animando.
Quedaban unos 15 minutos para que acabase el partido cuando he visto a Nacho que salía a calentar. Me he quedado alucinada, en shock, no sabía cómo reaccionar. Cuando ha salido me he puesto muy contenta y me he pasado los 10+3 minutos que ha jugado mirándolo, pendiente de él y animándolo.
Es Nacho Fernández. El jugador que me da pequeñas alegrías.