miércoles, 15 de mayo de 2013

27 como forma de vida.

Hay cosas que ocurren sin pensar. De repente un día te fijas en alguien, te ves reflejado en él, compartes lo que hace, todo eso te gusta y decides mostrar tu apoyo incondicional.
Al principio puede que lo apoyase como a uno más, que tuviese preferencias por otro, que solía destacar más, pero siempre estaba presente.
Era el capitán, el que llevaba los galones del equipo, el que sabía cómo actuar siempre, el que daba ejemplo. Su madridismo era tan grande y tan puro que yo me sentía identificada con él. Su liderazgo como capitán me hizo verme reflejada.
Puede que realmente todo empezase con unos mensajes de apoyo, defendiéndolo cuando pocos lo hacían y sintiendo la rabia que podía sentir al hacer daño sin querer a un amigo.
El verano pasó, mi jugador favorito se fue lejos y yo dediqué todo mi apoyo al capitán, al número 4. Fueron pasando los primeros partidos de pretemporada y yo seguía mostrándole todo mi apoyo.
Me hizo muchísima ilusión que fuese convocado para los dos partidos de Supercopa de España y verlo en el césped celebrando el título fue maravilloso.
Otro momento magnífico fue cuando dijeron que iba a ser jugador de la primera plantilla, estaba segura de que por fin se había cumplido su sueño.
El 22 de Septiembre fui a Guadalajara a ver el partido del Real Madrid Castilla contra el Guadalajara con muchas ganas de verlo, animarlo y conseguir una foto con él. Después de dejarme la garganta gritándole al final del partido, conseguí hacerme una foto con él. Era algo increíble. Tenía mi primera foto con un jugador de fútbol y era él. Fue un momento muy especial.
Después me felicitó por mi cumpleaños gracias a mis amigas que se lo pidieron. Fue un grandísimo gesto que me hizo muchísima ilusión. En una semana, dos cosas. Yo era muy feliz.
Luego siguió pasando la temporada, pude ver en directo en el Bernabéu su primer partido como titular en Liga.
Llegó el día en que me empezó a seguir en Twitter. Yo alucinada, no lo podía creer, y días después lanzó una promesa que tiempo después cumplió, y que a mí me hizo la más feliz del mundo.
No pude ir a su debut en Champions pero lo viví como si estuviese allí, disfrutando del partido, nerviosa y preocupada por que todo saliera bien.


En uno de los peores días de mi vida, me mandó apoyo, e hizo que me sintiera algo mejor. En Navidades, le desee unas felices fiestas y él lo mismo para mí. Ahí volvió a recordarme su promesa.
Llegaba un momento muy especial, el 19 de Enero cumplió su promesa. Aunque él no pudo hacerlo en persona, pero para mí fue algo genial. Por supuesto, no me quedé quieta y también le entregué una sorpresa, un intercambio, algo por algo.
Y después de 5 meses, volví a verlo. Había hablado durante más de 3 meses vía Twitter, pero esto era mucho mejor sin duda. Viví un partido genial, con nervios, emoción y sin para de sonreír.
Cuando acabó el partido empecé a gritarle por si me veía, y estoy segura de que me vio y me saludó. Estaba pletórica.
Después me quedé a esperarlo en las taquillas, donde espera todo el mundo, y mientras salía me hice fotos con otros jugadores. Cuando acabé con un jugador, me giré y de repente lo vi salir de su coche. Salí disparada hacia él.
Mis nervios aumentaban por momentos, mientras que me firmaba la camiseta no podía ni hablar. Después, no le dije nada más, me quedé bloqueada. Todo lo que había pensado en decirle se esfumó de mi mente. Lo único que pude hacer antes de irme fue darle un abrazo. Para mí, el mejor abrazo del mundo.
Desde ese momento tan maravilloso, todo ha sido un no parar de apoyarlo. Siempre. Cuando las cosas han ido mal, cuando han ido bien. No he permitido que dejase de notar mi apoyo y mi confianza en él. Para mí es el mejor y se merece todo.
Dije para siempre, y será para siempre. Pase lo que pase, vaya donde vaya, porque a mí me ha dado muchas cosas y me ha hecho muy feliz.
Por todas estas cosas, puedo decir orgullosa, alto y claro y con la cabeza alta que yo apoyo a Nacho Fernández, que soy Nachofita.
Muchísimas gracias por todo, Nacho.