El mayor regalo que me ha dado la vida ha sido pasar 15 años contigo. 3 de ellos viviendo contigo, siendo tu mayor compañía.
Me has enseñado a ser lo que soy, una buena persona, cariñosa y respetuosa.
Cada día aprendía algo nuevo. Adoraba tus historias de tu vida, aunque a veces no te escuchaba mucho. Pero siempre agradecía que me contases esas cosas.
Te fuiste rápido, sin despedirte de mi. Casi sin hacer ruido, pero me dejaste un gran vacío.
Me acuerdo mucho de ti, y te echo de menos, tanto como el primer día. Sé que siempre estarás ahí arriba guiando mis pasos, y sintiendo mi felicidad.
Me encantaba cuando tenía que escuchar los partidos por la radio, siempre te enfadabas y cuando marcaba el Madrid me preguntabas si había marcado el que me gustaba. Siempre decías que estaba cantando y bailando y aunque a veces te enfadases, sé que te gustaba verme así.
Ahora el 16 de Febrero es un día difícil para mí pero recordar nuestros buenos momentos me harán más fuerte.
Recuerdo las palabras que le dije a mamá entre lágrimas la tarde antes de que marchases, "mamá, dile al abuelo que le quiero mucho.". Para mí fue muy duro decir eso, por teléfono, me hubiese gustado estar ahí para abrazarte. Pero quiero que sepas que te llevo en mi corazón, para siempre.
Te quiero mucho abuelo, y siempre te echaré de menos.
Nuestro último cumpleaños juntos. Mis 15 y tus 96.
sábado, 16 de febrero de 2013
lunes, 4 de febrero de 2013
Incomprendida y decepcionada.
Voy de decepción en decepción en mi casa. Me siento muy incomprendida. No saben que lo que para ellos es un equipo de fútbol pero para mí es mucho más que eso. Son la razón de mis alegrías y de mi tristeza. Vivo con ellos las victorias y sufro las derrotas.
Cuando más sola me siento, recuerdo todos sus partidos que he vivido en directo y recuerdo por qué son los mejores.
Me siento incomprendida, pero siempre tengo razones para creer. Pueden ser un ídolo que te hace feliz con detallazos, unos equipos de fútbol, unos pilotos de motos, la música en general o unos amigos que te sacan una sonrisa. Sí, esas son mis razones para seguir adelante.
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